Todo lo que ves, todo lo que sientes, todo lo que vives está sujeto a las leyes del tiempo. O quizás es más correcto decir que tú lo estás, y como todo lo que experimentas lo haces a través de ti, tus propias vivencias se ven enmarcadas en igual disposición.
Así, desde una perspectiva teórica, el tiempo imprime en todo aquello expuesto a sus reglas un comienzo y un final. Partiendo de esa premisa todo lo que te rodea, si le despojamos del ideal romántico, está destinado a acabar.
La vida, el amor, la amistad, los viajes, las aventuras, todo tiene un límite. Sin embargo, eso debería ser motivo suficiente para estimularnos a saborear cada instante, a exprimir el jugo del presente hasta que no quede ni una sola gota desperdiciada.
A pesar de todo, en la práctica nosotros los humanos sí tenemos una forma de convertir lo finito en infinito: a través de la memoria. Almacenamos recuerdos de nuestra vida en la mente hasta que los llamamos en busca de consuelo, alegría, nostalgia, sabiduría, o simplemente porque no queremos volver a vivir experiencias similares y podemos transmitir esos recuerdos a toda una descendencia.
Ahora puedes decirme que los recuerdos no hacen a la vida infinita, porque no son reales. Yo entonces te pregunto, ¿qué es real? ¿Lo material? ¿El dinero? Eso es solo un papel que pone cifras numéricas y al cual le subyace una historia —la historia mejor vendida de todas como apunta el filósofo Yuval Noah Harari—que ha calado generaciones enteras para ser utilizado como sinónimo de riqueza. ¿Y un sueño? Por lo general estos son reales en cuanto a que son divagaciones de una mente dormida pero, ¿y lo que haces en los sueños? ¿tus acciones son reales? ¿las implicaciones del mismo son reales? Numerosos estudios señalan a los sueños como la realización de tu yo inconsciente, y en algunos casos estos determinan problemas de salud o trastornos pasados del individuo. Entonces, ¿lo que ocurre en un sueño es real? O quizás la pregunta es, ¿tus acciones en el sueño son menos, tan, o más reales que en tu vida despierta? ¿qué es la realidad?
Lo mismo pasa con las novelas de ficción. Por definición, la ficción es una «cosa, hecho o suceso fingido o inventado, que es producto de la imaginación». Pero las historias que relatan están basadas en las propias andanzas del autor. Incluso en los libros de ciencia ficción, que podríamos considerar el antítesis a lo real, muestran debates humanos, racionales, que nosotros mismos entendemos y sufrimos.
Con esto quiero llegar a decirte, querido lector, que la realidad es subjetiva. Que las cosas pueden tener fin o no, dependiendo de lo que decidas. Que lo único que está en nuestra mano es el presente por lo que debemos aprovecharlo al máximo. Y que esta historia es tan real como tú o yo.