El amor es un asco, dicen algunos; refiriéndose a ese amor de novios, fugaz y apasionado.
Te ilusiona, te hace sentirte invencible por unos instantes, te inscribe en el alma sentimientos, experiencias, canciones, risas, besos… y luego te tira por una ventana como si fueras un trozo de papel frágil, usado e inservible; como si ya no fueras lo suficientemente bueno como para seguir escribiéndote. Entonces te preguntas: ¿de verdad ha merecido la pena?
Pero como en todo, el tiempo pasa, las heridas cicatrizan y si no te quieres quedar atrás, debes continuar con el mundo, a pesar de que se cuele algún que otro recuerdo de vez en cuando que haga temblar un poquito tu ya ordenada rutina. Tomas unas cervezas con tus amigos, te ríes de la vida y a continuar con aquello que sí perdura, cumpliendo tus metas y sueños, encontrando nuevos hobbies y haciendo mil cosas diferentes y apasionantes…
Hasta que vuelve. Vuelve esa incertidumbre, vuelven esas miradas, vuelve a despertarse un hueco en tu cerrado corazón y te das cuenta de que la pregunta no era si ha merecido la pena o no, sino si merece la pena volver a pasar por ello. Volver a verlo todo de rosa y arriesgarse a ser pisoteado de nuevo, a mojarse con la tormenta.
Y sin embargo… ¿y lo genial que es bailar con la lluvia?, con truenos de fondo, da igual. Lo caóticamente maravilloso o lo maravillosamente caótico que es que el corazón te vaya a mil por una mirada o te pierdas en una sonrisa o te quedes sin respiración por un beso… Ese calor en el pecho, abrasador y confortable al mismo tiempo, esa certeza de que hay alguien ahí para ti y tú estás ahí para alguien, ese momento en el que dos personas encajan como piezas de puzles y no solo a través de un abrazo sino a través de sus almas que brillan de júbilo al encontrarse… incluso si es por unos momentos… incluso si no es para un para siempre.
Y es que yo no sé si el amor es un asco o no, pero lo que sí sé es que es lo único que nos mantiene vivos. Y qué cojones, tenemos todo el derecho del mundo de vivir con todo nuestro ser aunque sea mediante la suma de breves instantes.
Gracias por darme el valor. Un relato genial
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias a ti, por hacerme comprender muchas cosas… 😊
Me gustaMe gusta
Impresionante, gran texto del que se desprende lo confuso y complejo del amor y la vida.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias!!! El amor va ligado a la vida del ser humano… eso implica que sea confuso y complejo pero apasionante y arriesgado. 😊
Me gustaLe gusta a 1 persona
Un texto que realmente desprende una magia especial 😍 Ha sido genial leerlo 😋 Sigue así Martita😊
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias!!! ❤ me encantó tu texto de hoy también 😊
Me gustaLe gusta a 1 persona
Qué bonito y que mensaje más apasionante, creo que estás totalmente acertada.
PD: Bonitas flores creo que pegan muy bien con la entrada ya me contarás qué simbolizan y donde puedo encontrarlas
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias!! Bua, esas flores son preciosísimas y están en un sitio muy chulo de Madrid: el parque del Capricho, no sé si te suena… 😏
Me gustaMe gusta